lunes, enero 24, 2011
Turismo de Salud
Hoy por hoy los clientes buscan con mucho detalle lo que van a adquirir. Ellos tienen la decisión de venta, ellos deciden qué hacer con su dinero, qué comprar, por lo que nos preguntamos ¿vendes tus servicios o los demás compran tus productos?
Por esta razón, si han comprado una estadia en tu hotel y quedan satisfechos con los servicios, pero también con todos los detalles que enriquecen su estancia, volverán a depositar su dinero una y otra vez. No podemos olvidar que la mejor competencia genérica es la del servicio continuo, y por tanto esta competencia alimenta directamente la función comercial que necesita tu hotel. Ante esto, la pregunta es ¿qué servicios das? ¿Y cómo lo haces?
Fieles a la calidad y la exclusividad:
Hasta ahora, estamos acostumbrados a medir la calidad de las instalaciones y los servicios de un hotel con las estrellas o el número de habitaciones del que dispone, pero esto está cambiando. Por supuesto el número de estrellas sigue siendo la mejor carta de presentación para hacer referencia a los hoteles de lujo y gran lujo, pero también hay otros conceptos, no tan numéricos, que suman notas. Con esto nos referimos a las emociones y vivencias que puedas encontrar en un alojamiento; instalarse en un hotel es algo más que pasar un par de noches en un sitio confortable, puede suponer un fin de semana de desconexión, de cuidados y de regalos para el cuerpo y los sentidos. Espor ello que la importancia de tener un área wellness bien equipada y competente, un área fitness equipada y acondicionada para acoger a tus clientes y una carta de servicios y tratamientos de estética y belleza con las últimas técnicas y los productos más innovadoras, se vuelve importante.
Estas tres áreas: fitness, wellness y belleza son en realidad una: bienestar, y detrás del bienestar está la salud. Es el concepto más buscado en sociedades como la nuestra. Por tanto, este cuidado físico puede convertirse –y ya lo ha hecho- en el mejor gancho hacia el que orientar tu oferta.
Estos servicios a la larga son un arma de fidelización, no exclusivamente de venta, porque son mecanismos capaces de fidelizar, de lograr que tus clientes vuelvan una y otra vez para disfrutar de tus servicios, porque han encontrado lo que otros no le dan. Tu cliente conoce, exige, y sobre todo compara las opciones que les ofreces y las que les brinda tu competencia. Desmárcate y crea tu propia propuesta.
El Diseño:
A pesar de que cada hotel tiene su propio estilo, la filosofía de la empresa suele estar presente en el ambiente, en la decoración y en los servicios. Pero sin lugar a dudas, el futuro se centra en la especialización. No existe una fórmula única aplicable a todos los hoteles, tendrás que diseñar tu propia oferta wellbeing, siendo consciente de a quién te diriges, a quién quieres llegar, dónde estás, qué puedes ofrecerle y por supuesto hacerlo bien.Hoteles como el Ritz de Madrid, que abrió sus puertas por primera vez hace justamente cien años, es un referente de referentes dentro de la industria hotelera y ya forma parte de la historia. Situado en pleno corazón de la ciudad, y dentro del ‘Triángulo de Oro’ de la capital, encontramos este palacio barroco de principios del siglo XX. Se construyó bajo los deseos del Rey Alfonso XIII, y su apertura en 1910 significó para Madrid estar a la altura de las grandes ciudades europeas. Por este enclave han pasado desde casas aristocráticas hasta grandes políticos de todos los rincones del planeta, y todo apunta a que así seguirá siendo. El Ritz sigue siendo icono del lujo y del servicio más exquisito. Y fieles a su política de servicio, también cuentan con un área wellness distinguida y capacitada para atender a sus clientes más exigentes.
El hotel cuenta con un Fitness & Wellness Center donde el huésped encuentra absolutamente todo lo que necesita para cuidar su cuerpo.
Bodyna Wellness Center, que así se llama el área, es un delicioso oasis destinado a la calma y la relajación. Dispone también de un pequeño, pero equipado gimnasio, donde llevar a cabo entrenamientos personales y que está abierto las 24 horas del día para atender las necesidades de los clientes.
Cuentan con paquetes especiales que incluyen diferentes tratamientos, entre los que destacamos el Body Escapada -con reflexología, un tratamiento facial hidratante y un masaje oriental-Bodyna Mino –masaje de cabeza, un Facil Fleur deBali, masaje de piernas, Bodyna Pedicura y un masaje oriental-, entre otros.
La carta de masajes también es completa y variada, pudiendo elegir entre los masajes de espalda, el de piernas, el de cabeza, el de reflexología, el de Aromaterapia, el deportivo, el Oriental, el ayurvédico o el Balinés.
Más allá del servicio, de la variedad de atenciones y del alto nivel de las instalaciones de tu hotel, también es sumamente importante desmarcarte del resto de ofertas con creatividad y acercarte a las experiencias, que a fin de cuentas juegan un papel muy importante en el proceso de venta. Aquí recogemos dos grandes ideas de cómo vender sensaciones.
Una forma muy sofisticada de retomar la cultura oriental es hacerlo desde la azotea del Yhi Spa del Gran Meliá Shangai -sumergido en el jacuzzi, tumbado en una hamaca de bambú o recibiendo un tratamiento de belleza- puedes contemplar tres edificios únicos: la torre Perla Oriental, la Jing Mao y el Shanghai World Financial Center, de entre 468 y 492 metros de altura cada uno de ellos.
Es un hotel de referencia, recién inaugurado, y con una firme apuesta por oferta de bienestar. Incluye spa con piscina, jacuzzi, baño turco, sauna, centro de fitness y los mejores tratamientos de belleza y un sinfín de variedades de masajes, pensado todo para conseguir ese equilibrio entre el cuerpo y la mente que tan arraigado está en la filosofía oriental.
Por otro lado, encontramos Wine Oil Spa-Hotel Villa de Laguardia, especialistas en turismo vitivinícola. El alto nivel de su complejo, y la gran calidad de sus servicios, le han valido para recoger el premio ‘Best Of’, de turismo vitivinícola que premia la excelencia de sus servicios. Además de la especialización, este hotel se caracteriza por la singularidad y originalidad a la hora de prestar sus servicios.
Wine Oil Spa-Hotel Villa de Laguardia es un complejo de cuatro estrellas levantado en el corazón de La Rioja Alavesa. De estilo provenzal, sus instalaciones homenajean por entero al mundo del vino y del dios Baco, entre las que destacan el Restaurante Medoc Alavés, y el Centro Temático del Vino Villa Lucía. El Spa completa la oferta del complejo y cuentan con casi 1.000 metros cuadrados dedicados a la salud, la belleza y el bienestar, con terapias que encuentran en el vino y el aceite de oliva su base fundamental.
El exclusivo Wine Oil Spa, del hotel Villa Laguardia, está basado en el vino, el aceite de oliva y la medicina holística. Firmes precursores del bienestar y la salud, buscan en cada rincón y tratamiento la armonía del cuerpo, la estimulación del organismo y la interrelación entre mente y espíritu. A lo largo de un recorrido por las diversas cabinas, y en un marco incomparable, los clientes se adentran en la leyenda más profunda y sabrosa de la historia: la del vino.
En la cabina Baco -Dios del Vino-, inspirada en la más bella de las bodegas, con aromas embriagadores y exquisitos manjares a base de uvas y baños en su jugo, los clientes pueden conocer a los hombres del vino. También pueden descubrir la cabina Zeus -Padre de Baco- que se encarga de transmitir gran fuerza, garra y sabiduría, mientras reciben un baño. Después pueden beneficiarse de las terapias manuales, conociendo la cabina Minerva. A raíz de una pelea entre ella y Neptuno, los dioses del Olimpo se reunieron para saber quién sería el protector de la futura ciudad de Atenas. El que consiguiera darle el regalo más útil a la ciudad, ganaría. Minerva ofreció un olivo, mientras que Neptuno un caballo. El olivo fue considerado más útil porque les permitiría a los hombres vivir, y así ella se convirtió en la protectora de Atenas. En su cabina pueden recibirse masajes con aceites de semilla de uva, bálsamo de oliva, mousse de aceituna y la mejor técnica manual. En la cabina Gestín, inspirada en la madre cepa, unas manos suaves y delicadas relajan todos los músculos para hacerte sentir como una auténtica diosa. Adentrándose en la cabina Atenea, diosa del olivo, y la cabina Vid, donde crece la locura de Baco puedes envolverte en deliciosos fangos de oliva, chocolate, cerezas, vino… para alcanzar el desconocimiento del límite mientras te contagias de los fangos, emplastes y arcillas. Todo un guiño a la cultura grecolatina, que 4.000 años después sigue estando presente en nuestra cultura: la del bienestar.
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