Liporreducción Manual no Invasiva

Uno de los principales motivos por los que el la gente acude a los centros de estética buscando mejorar su figura, es evitar el ejercicio físico y las dietas hipocalóricas, puntos principales en el remodelado del cuerpo, llevó a desarrollar una técnica rápida, económica y muy efectiva con la que el cliente pudiera obtener lo mejor del centro de estética y del gimnasio a la vez.

La Técnica de Liporreducción Manual no Invasiva está basada en el Pilates, el fitness y el masaje de amasamiento, lo que provoca un gasto calórico real en el cliente, por lo que la pérdida de volumen no es recuperable (a no ser que el cliente no vuelva en la siguiente sesión y, además, coma desordenadamente.
Existe una regla fundamental. Si damos a nuestro organismo más de lo que él quema, engordamos. Si, por el contrario, le damos menos, adelgazamos. Ahora bien, existen variaciones por las que en ocasiones, aunque demos a nuestro cuerpo muy poco, él es demasiado lento a la hora de gastarlo. Esto ocurre especialmente por motivos hormonales.
Con esta técnica vamos a descubrir cómo hacer que nuestro cuerpo queme más de lo que le damos, debido a un doble impacto muscular basado en los dos tipos de contracciones musculares: voluntarias e involuntarias.

Sólo hay dos maneras de eliminar el exceso de grasa:
1. Transformarla en energía, para lo cual el organismo la almacena.
2. A través de una liposucción.

Obviamente, la segunda es invasiva y nos centraremos en la primera.

A través del movimiento corporal, conseguimos provocar una contracción voluntaria.

Si en ese preciso momento ejercemos una presión sobre el tejido adiposo, vamos a conseguir dos cosas:

1. Provocar una contracción involuntaria sobre el músculo previamente contraído, lo que producirá un gasto calórico muy elevado por el doble impacto muscular.

2. Despegar el tejido adiposo del muscular, consiguiendo así romper los adipocitos para reducirlos; a su vez, serán transformados en glucógeno y absorbidos por el músculo necesitado de “alimento”.

Si después de este desgaste energético aplicamos un producto capaz de calentar internamente la zona de hipodermis donde se sitúa la grasa, continuaremos reduciendo los adipocitos, que seguirán siendo absorbidos por los músculos, del mismo modo que nosotros comemos más después de un día de playa o piscina.

“Calentar internamente”, no aplicar una crema hipertérmica que sólo provoca calor en la superficie y, por lo tanto, falta de firmeza. De hecho, la función fisiológica de la hipertermia es atraer riego sanguíneo suficiente para absorber el calor provocado y repartirlo rápidamente por todo el cuerpo para enfriar la zona expuesta, impidiendo así que el calor llegue a penetrar en el cuerpo.

Lógicamente, si existe un trabajo muscular fuerte, existe también un aumento de la masa muscular, por lo que no sólo vamos a desprendernos de los depósitos de grasa acumulada, sino que también vamos a rellenar la piel de músculo, consiguiendo así reafirmar efectivamente el tejido.

Con esta técnica y un buen producto vamos a conseguir:

1. Reducir un volumen hasta 5 cm. por sesión, correspondientes a 1,5 cm. de líquidos retenidos, a 1,5 ó 2 cm. de grasa transformada en energía muscular y a 1 ó 1,5 cm. de masa muscular, dado que el músculo no tiene el mismo tamaño después de haber sido trabajado.

Antes v/s Después

2. No sólo lo mantendremos hasta la próxima sesión, sino que probablemente bajemos 1 ó 2 cm. más a lo largo de la semana, ya que el tratamiento provoca una ligera inflamación que desaparece al segundo o tercer día.

3. Reafirmar y endurecer, a través del aumento de la masa muscular, zonas del cuerpo con tendencia a la falta de firmeza: glúteos, brazos, cuello, rodillas, piernas, abdomen...


Duración de la sesión
Estos resultados se logran en 45 minutos y utilizando solamente tres productos.

Eficacia demostrable
Con resultados reales, vamos a conseguir que nuestros clientes dejen de ver la cosmética como algo que sólo vende ilusión.

La Técnica de Liporreducción Manual no Invasiva ha hecho que cientos de clientes vean que la cosmética ha dejado de ser preventiva, pasando a ser también correctiva.