jueves, febrero 21, 2013

Relación Terapeuta - Paciente



Nuestro trabajo es indudablemente uno en que las personas tienen mayor nivel de contacto con los clientes, tener a una persona en un lugar confortable, bien ambientado, con escasa ropa para poder realizar nuestra labor hace que tengamos una cercanía a veces hasta un poco íntima, esto nos debe preparar para enfrentar situaciones y caracteres diferentes, veamos algunos tipos de cliente y que podemos hacer.
Las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta es poseer dentro de nuestra cultura  profesional de calidad y servicio es: Apegarse al marco ético, Gran sentido común, buen conocimiento de lo que hacemos, bagaje o experiencia y sicología. Con esto a nuestro favor, veamos los tipos.
-        Mal Genio: Cuando nos encontramos con clientes en un estado de mal genio o que sabemos que “son” mal genio, lo más adecuado es no entrar en este estado, no “jugar el juego”, mantener a toda costa la tranquilidad, neutralidad, como si el estado de nuestro interlocutor no fuese mal genio, si le parece algo mal de nuestros servicios, agradecemos su acotación u oportunidad de mejora e intentamos solucionarlo de inmediato, si esto no fuera posible, nos comprometemos a mejorar esto en el plazo más breve.
-        Miedoso: En estos casos lo adecuado es mostrar que tenemos el control de todo lo que se está haciendo, mantenerlo informado de que se trata lo que estamos haciendo o por hacer, con esto debiera bastar.
-        Depresivo: En estos casos nuestra acción está enfocada a escuchar, empatizar, contener y por su puesto aprovechamos la sesión de terapia o spa para mitigar la postura depresiva comentándole que obtendrá beneficios anímicos.
-        Fóbico: Delante de este cliente debemos realizar todos nuestros protocolos de higiene y mantención, dándole tranquilidad.
-        Hipocondriaco: Escuchar, empatizar y luego llevarlo a otro tema.
-        Libidinoso: Para un libidinoso lo importante es escalar pasos de seguridad en sus avances, tendremos especial énfasis en reconocer un primer piropo (para hombre y mujeres igual), e informar que lo que se realiza es un trabajo profesional y que no es lugar adecuado para recibir este tipo de comentario, si insiste en avanzar se solicita cambio de terapeuta por no empatizar con cliente.

Importante es saber que en atención Spa es más importante cruzar las palabras justas y necesarias, manteniendo la mayor parte del tiempo del cliente en silencio y para un terapeuta lo importante es ir obteniendo información y feedback inmediato de lo que se realiza al paciente.

Espero les sirva para recordar esto en sus negocios.
Saludos
Fabian Galaz  

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