Nuestro
trabajo es indudablemente uno en que las personas tienen mayor nivel de
contacto con los clientes, tener a una persona en un lugar confortable, bien
ambientado, con escasa ropa para poder realizar nuestra labor hace que tengamos
una cercanía a veces hasta un poco íntima, esto nos debe preparar para
enfrentar situaciones y caracteres diferentes, veamos algunos tipos de cliente
y que podemos hacer.
Las
primeras cosas que tenemos que tener en cuenta es poseer dentro de nuestra
cultura profesional de calidad y
servicio es: Apegarse al marco ético, Gran sentido común, buen conocimiento de
lo que hacemos, bagaje o experiencia y sicología. Con esto a nuestro favor,
veamos los tipos.
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Mal
Genio: Cuando nos encontramos con clientes en un estado de mal genio o que
sabemos que “son” mal genio, lo más adecuado es no entrar en este estado, no “jugar
el juego”, mantener a toda costa la tranquilidad, neutralidad, como si el
estado de nuestro interlocutor no fuese mal genio, si le parece algo mal de
nuestros servicios, agradecemos su acotación u oportunidad de mejora e
intentamos solucionarlo de inmediato, si esto no fuera posible, nos
comprometemos a mejorar esto en el plazo más breve.
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Miedoso:
En estos casos lo adecuado es mostrar que tenemos el control de todo lo que se
está haciendo, mantenerlo informado de que se trata lo que estamos haciendo o
por hacer, con esto debiera bastar.
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Depresivo:
En estos casos nuestra acción está enfocada a escuchar, empatizar, contener y
por su puesto aprovechamos la sesión de terapia o spa para mitigar la postura
depresiva comentándole que obtendrá beneficios anímicos.
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Fóbico:
Delante de este cliente debemos realizar todos nuestros protocolos de higiene y
mantención, dándole tranquilidad.
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Hipocondriaco:
Escuchar, empatizar y luego llevarlo a otro tema.
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Libidinoso:
Para un libidinoso lo importante es escalar pasos de seguridad en sus avances,
tendremos especial énfasis en reconocer un primer piropo (para hombre y mujeres
igual), e informar que lo que se realiza es un trabajo profesional y que no es
lugar adecuado para recibir este tipo de comentario, si insiste en avanzar se
solicita cambio de terapeuta por no empatizar con cliente.
Importante
es saber que en atención Spa es más importante cruzar las palabras justas y necesarias,
manteniendo la mayor parte del tiempo del cliente en silencio y para un
terapeuta lo importante es ir obteniendo información y feedback inmediato de lo
que se realiza al paciente.
Espero les
sirva para recordar esto en sus negocios.
Saludos
Fabian
Galaz
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