El Biomagnetismo
es una nueva disciplina medico terapéutica, que busca el equilibrio
bioenergético, cuya alteración tiene repercusiones funcionales
producido tanto por virus como bacterias.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones fundamentales del PH (Potencial de Hidrógeno) de los organismos vivos, pues al nivelarse el PH, por medio del Biomagnetismo medico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas.
Este nuevo criterio medico terapéutico consigue identificar la etiopatogenia de las enfermedades virales y bacterianas, así como las disfunciones glandulares, por medio de la medición cualitativa de los cambios del PH que los microorganismos patógenos provocan en los órganos.
Es posible a través de los campos biomagnéticos de mediana intensidad producida por imanes naturales, del orden de 1.000 a 30.000 unidades de imantación (GAUSS) proceder a restaurar la salud.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones fundamentales del PH (Potencial de Hidrógeno) de los organismos vivos, pues al nivelarse el PH, por medio del Biomagnetismo medico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas.
Este nuevo criterio medico terapéutico consigue identificar la etiopatogenia de las enfermedades virales y bacterianas, así como las disfunciones glandulares, por medio de la medición cualitativa de los cambios del PH que los microorganismos patógenos provocan en los órganos.
Es posible a través de los campos biomagnéticos de mediana intensidad producida por imanes naturales, del orden de 1.000 a 30.000 unidades de imantación (GAUSS) proceder a restaurar la salud.
La
admirable simpleza de este sistema permite trabajar con imanes potentes
pero inofensivos, de distintas formas, con los cuales se consiguen contundentes
resultados. Frecuentemente se usan imanes redondos como monedas, forrados
con cuero para facilitar su manipulación y con colores para marcar
la polaridad de cada cara del imán.
CONCEPTO
DE PAR BIOMAGNETICO
El descubrimiento del par biomagnético en 1988, marcó un criterio totalmente nuevo dentro del mismo biomagnetismo y de la medicina en general, al comprobar que las cargas biomagnéticas presentan una resonancia vibracional energética entre si.
A la fecha se han descubierto e identificado plenamente 115 pares biomagnéticos regulares, veinte especiales y once disfuncionales; que a su vez identifican energéticamente al mismo número de patologías de los organismos humanos.
El primer par biomagnético conocido fue el del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que se genera en el timo y recto, desde las primeras horas en que se instala el virus, produciendo en los organismos dos fenómenos simultáneos: inmunodeficiencia y seropositividad. En 1994 el Dr. Goiz descubrió que existe un sida "falso positivo" a VIH. En 1996, que existe un VIH potencial, y en 1998, que existen mutaciones del virus.
Dentro de los procesos físico químicos de la materia orgánica, el átomo de hidrógeno se encarga de asociar a otros átomos y de mantener dicha asociación estable, con un equilibrio de cargas positivas y negativas, definiendo con ello, las propiedades ácido-básicas, toda vez que el elemento hidrogeno actúa en los dos sentidos, electronegativo y cuando actúa como ion, electropositivo.
Este equilibrio cinético de cargas nos permite entender el concepto fundamental de neutralidad energética, y que aunque poseen diferente polaridad no interfiere con los procesos vitales de la Homeostasis celular u orgánica, mientras esté en resonancia bioenergética.
Las disfunciones en los órganos que soportan las distorsiones del PH, se curan mediante el fenómeno de despolarización, el cual se consigue aplicando un campo magnético de polaridad contraria a la del campo bioenergético producido por el organismo, para atraer los iones de hidrógeno, los radicales libres de polaridad contraria.
En el polo positivo se establece una acidosis del órgano afectado, también se acorta la materia y por lo mismo el órgano decrece en sus dimensiones, y posteriormente ocurren los fenómenos degenerativos, todo ello en presencia o no de virus patógenos.
En el polo negativo, ocurren fenómenos semejantes pero de polaridad contraria. Se establece una alcalosis del órgano, la distensión de su materia que condiciona un estadio de flogosis y de edema. Posteriormente ocurre la disfunción del órgano, y finalmente procesos degenerativos, y todo ello en presencia o no de bacterias patógenas.
Aun cuando las dos consecuencias finales de ambos polos son las mismas, en el caso de los polos biomagnéticos con polaridad positiva la degeneración es de tipo retráctilo cicatricial y en el segundo, es de lisis y dispersión del tejido.
El proceso curativo consigue el equilibrio energético en donde el PH es óptimo para la Salud y cuya alteración se debe a la presencia de microorganismos patógenos que distorsionan el PH normal del órgano que sustenta el fenómeno bioenergético.
Bibliografía:
"El par biomagnético" Dr. Isaac Goiz Duran
El descubrimiento del par biomagnético en 1988, marcó un criterio totalmente nuevo dentro del mismo biomagnetismo y de la medicina en general, al comprobar que las cargas biomagnéticas presentan una resonancia vibracional energética entre si.
A la fecha se han descubierto e identificado plenamente 115 pares biomagnéticos regulares, veinte especiales y once disfuncionales; que a su vez identifican energéticamente al mismo número de patologías de los organismos humanos.
El primer par biomagnético conocido fue el del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que se genera en el timo y recto, desde las primeras horas en que se instala el virus, produciendo en los organismos dos fenómenos simultáneos: inmunodeficiencia y seropositividad. En 1994 el Dr. Goiz descubrió que existe un sida "falso positivo" a VIH. En 1996, que existe un VIH potencial, y en 1998, que existen mutaciones del virus.
Dentro de los procesos físico químicos de la materia orgánica, el átomo de hidrógeno se encarga de asociar a otros átomos y de mantener dicha asociación estable, con un equilibrio de cargas positivas y negativas, definiendo con ello, las propiedades ácido-básicas, toda vez que el elemento hidrogeno actúa en los dos sentidos, electronegativo y cuando actúa como ion, electropositivo.
Este equilibrio cinético de cargas nos permite entender el concepto fundamental de neutralidad energética, y que aunque poseen diferente polaridad no interfiere con los procesos vitales de la Homeostasis celular u orgánica, mientras esté en resonancia bioenergética.
Las disfunciones en los órganos que soportan las distorsiones del PH, se curan mediante el fenómeno de despolarización, el cual se consigue aplicando un campo magnético de polaridad contraria a la del campo bioenergético producido por el organismo, para atraer los iones de hidrógeno, los radicales libres de polaridad contraria.
En el polo positivo se establece una acidosis del órgano afectado, también se acorta la materia y por lo mismo el órgano decrece en sus dimensiones, y posteriormente ocurren los fenómenos degenerativos, todo ello en presencia o no de virus patógenos.
En el polo negativo, ocurren fenómenos semejantes pero de polaridad contraria. Se establece una alcalosis del órgano, la distensión de su materia que condiciona un estadio de flogosis y de edema. Posteriormente ocurre la disfunción del órgano, y finalmente procesos degenerativos, y todo ello en presencia o no de bacterias patógenas.
Aun cuando las dos consecuencias finales de ambos polos son las mismas, en el caso de los polos biomagnéticos con polaridad positiva la degeneración es de tipo retráctilo cicatricial y en el segundo, es de lisis y dispersión del tejido.
El proceso curativo consigue el equilibrio energético en donde el PH es óptimo para la Salud y cuya alteración se debe a la presencia de microorganismos patógenos que distorsionan el PH normal del órgano que sustenta el fenómeno bioenergético.
Bibliografía:
"El par biomagnético" Dr. Isaac Goiz Duran
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